Se ha comprobado que los bebés que realizan actividad dentro del agua desde los primeros meses de vida, de una forma continua, presentan un mejor desarrollo motor y motricidad fina precoz, empiezan a caminar antes de la media de su edad, tienen una mayor velocidad de reacción ante cualquier estímulo, un grado mayor de satisfacción, autoconfianza, un lenguaje más fluido y la cantidad de palabras a verbalizar es mayor a los 2 años de edad.
Las actividades acuáticas pueden estar orientadas a favorecer el desarrollo temprano:
- Motricidad gruesa y tono muscular
La natación ejercita casi en su totalidad el cuerpo, evitando la carga excesiva de zonas concretas. El medio acuático cálido reduce el tono muscular, ya que a su vez permite un movimiento más eficiente, por lo que también resulta útil para el tratamiento de los niños con aumento del tono muscular o contracturas musculares persistentes .
La flotación es otra cualidad terapéutica del agua, ya que permite efectuar movimientos de difícil ejecución en el medio terrestre. De esta forma, aumenta el tono muscular a través del movimiento de brazos y piernas, que tiene carácter tridimensional en el interior de la piscina.
- Motricidad fina
En este tipo de actividad, el bebé también se agarra a objetos flotantes, lo que le proporciona un aprendizaje adicional, al mejorar su coordinación oculomotora, (coordinación del ojo y de la mano en actividades con precisión).
- Equilibrio
El equilibrio se trabaja a través de la flotación. Los bebés tienen una baja masa ósea y muscular, por lo que flotan con mayor facilidad, lo que favorece el desplazamiento de sus miembros inferiores y superiores y mantiene siempre la cabeza en posición de seguridad para proteger sus cervicales.
- Segura
Es una actividad que por las condiciones en las que físicamente se encuentra el cuerpo dentro del agua, reduce el riesgo de lesiones.