Parque Industrial Costa del Este

Escrito por: Lcda. María V. Fierro – Nutricionista Materno Infantil | @marivifierro_

Las clases de natación para niños son una de las mejores actividades para el desarrollo integral de los bebés y niños pequeños. Además de ser un ejercicio completo que fortalece músculos y mejora la coordinación, también es una experiencia sensorial y emocionalmente enriquecedora. Al ser una actividad que demanda energía, una nutrición adecuada es clave para asegurar el bienestar, el rendimiento y la recuperación. A continuación, exploramos opciones de merienda para que los niños asistan a su curso de natación recargados de los mejores nutrientes.

0-6 Meses: Solo leche materna

  • Antes de la clase: Amamanta o dale su biberón al menos unos 30-60 minutos antes de la actividad para asegurar una buena digestión y evitar regurgitaciones.
  • Después de la clase: Algunos bebés pueden sentirse más hambrientos tras la actividad. Ofrécele su toma habitual para ayudarle a recuperar energía y mantenerse hidratado.

Datito: Cada bebé tiene un ritmo diferente, así que observa sus señales de hambre y saciedad. No fuerces las tomas antes o después de nadar si el bebé no muestra interés.

6-12 Meses: Introduciendo nuevos sabores

Meriendas antes de nadar:

Meriendas después de nadar:

Consejos clave:

1-3 Años: Pequeños nadadores en acción

Meriendas antes de la clase de natación:

  • Galletas caseras de avena y banano.
  • Yogur con frutas frescas.
  • Tostadas de pan con aguacate

Meriendas después de nadar:

  • Panquecas de avena y zanahoria caseras.
  • Hummus con bastones de vegetales suaves.
  • Tortillas de pollo con remolacha

Consejo clave:

Si la natación es cerca de una comida principal, ajusta la merienda para que no interfiera con su apetito. Recuerda que hasta los dos años de edad las preparaciones no necesitan que agregues sal ni azúcar.

3-5 Años: Más autonomía, más variedad

Meriendas antes de nadar:

  • Un pequeño sándwich de queso o huevo.
  • Frutas con yogur natural.
  • Barras caseras de avena con semillas.

Meriendas después de nadar:

  • Tostadas con mantequilla de almendras o aguacate.
  • Bolitas energéticas de avena, dátiles y coco.
  • Deditos de pescado o pollo con papa

Consejo clave:

Evita meriendas con alto contenido de azúcar antes de nadar, ya que pueden causar picos de energía seguidos de fatiga. A veces una merienda no es realmente necesaria si el niño acaba de almorzar o cenar hace menos de 60 minutos.

No olvides que:

Aunque el agua de la piscina refresca, los niños pueden deshidratarse, especialmente si asisten a un curso de natación en Panamá, que tiene un clima bastante cálido. Ofréceles agua antes y después de nadar.

Es importante respetar el hambre de tu niño, y si realmente no muestra interés o incluso rechaza la merienda, ¡no trates de obligarlo! Recuerda que tu deber es ofrecer la alimentación, y el deber del niño es decidir si se la come o no, y que cantidad. Esto fomentará que sus señales de hambre y saciedad no se desajusten, trayéndole problemas más adelante.

Para terminar…

Las clases de natación para niños son una excelente actividad para el desarrollo físico y emocional de los niños, y una alimentación adecuada potencia sus beneficios. Con estas opciones, tu pequeño nadador estará listo para disfrutar del agua con la mejor nutrición posible. ¡A nadar y a comer bien!